Muy agradable tu trabajo, con información bastante especifica sobre el tema, además la historia de la Gaviota es encantadora y al entrar a los links de la historia, me ofreció un momento de reflexión muy interesante. Con respecto a los hipervínculos referentes al tema son bastante ricos en información referente a las citas. Gracias por tu aporte, excelente!! Atte. Wickmary Pérez
Comparto con ustedes un texto que ha sido para mi enriquecedor e interesante: EL TIEMPO (Agosto 13, 1966)EDUARDO CABALLERO CALDERON Con razón el presidente Lleras Restrepo en su conciso y enjundioso discurso del 7 de agosto se quejaba de la degradación de la cultura en Colombia, que se refleja en " la decadencia misma del lenguaje cuyo castizo empleo antaño nos enorgullecía tanto". Y esto dia¬riamente lo comprobamos, aún sir necesidad de abrir las lleves de la radio y la televisión, que son cátedras, por lo general y con muy raras excepciones de ordinariez verbal y lamentable gusto literario. Ya las nuevas generaciones han perdido la elle de caballo, la erre de ferrocarril, la combinación te ere de tres, y como cunde la funesta costumbre de hablar sin mover los labios, hoy la pronunciación dé los bogotanos se ha vuelto lánguida y babosa. Venos mal que los costeños conservan su acento andaluz, vivo y alegre, y los antioqueños su pronunciación recia y viril que contrasta con la bobería del habla bogotano. "He observado, además, que contra lo que sucede en otras partes del mundo, entre nosotros se le tiene temor o vergüenza a utilizar la palabra justa, la expresión feliz, el adjetivo exacto. A parecer culto, el colombiano actual prefiere mostrarse chabacano y vulgar. Con "vainas" y " cosiánfiras" y "estupendo" y "fenomenal" rellena los vacíos de ideas o de vocabulario. Cuando no peca por este lado, se va de bruces en un pantano oratorio en el que flotan indistintamente lugares comunes, frases sin complemento directo, imágenes opacas y alguna cita de manual de segunda enseñanza. Y qué pensar de esas repelentes traduc¬ciones de frases extranjeras que se oyen aún en labios de personas que cualquiera supondría medianamente cultas? Me refiero a "Fulano está supuesto de.... " o a " mismo a Zutano le parecería malo” para no hablar de un error que creyó corregir hace ochenta años don Rufino Cuervo y hoy cometen hasta los ex—ministros y los senadores : "Hablan muchas personas", o " hubieron fiestas con motivo de la transmisión del mando". "Aquí señoras qué hablan un Pésimo español se hacen lenguas de "Fulanito que habla un inglés lindo; lindo, lindo, lo que se dice lindo", y señores que atropellan y dislocan tranquilamente la suya se admiran de que hasta un albañil francés se exprese en sana lógica y con buena gramática. Claro está que aquí no podría aspirarse a que los locutores de la radio y la televisión fueran maestros de fonética, como los de París, formados en la escuela de la Comedia Francesa; pero con un poco de esfuerzo y buena voluntad, con la colaboración de la Prensa, la escuela y sobre todo el hogar, tal vez llegaríamos en poco tiempo a levantarnos de esa postración idiomática que lamentaba el señor presidente en su memorable discurso del 7 de agosto. En los países culturalmente desarro¬llados, el conocimiento del idioma nativo y su correcta pronunciación son la base de la educación pública y el qué nosotros heredamos de España es uno de los más divulgados y más hermosos del mundo. Como decía Pangloss en un comentario reciente sobre el mismo tema "en realidad la decadencia del idioma es siempre un presagio peligrosísimo de decadencia social n, de decadencia, a secas, que es todavía más grave, me permito agregar.”
Muy agradable tu trabajo, con información bastante especifica sobre el tema, además la historia de la Gaviota es encantadora y al entrar a los links de la historia, me ofreció un momento de reflexión muy interesante. Con respecto a los hipervínculos referentes al tema son bastante ricos en información referente a las citas. Gracias por tu aporte, excelente!! Atte. Wickmary Pérez
ResponderEliminarComparto con ustedes un texto que ha sido para mi enriquecedor e interesante:
ResponderEliminarEL TIEMPO (Agosto 13, 1966)EDUARDO CABALLERO CALDERON
Con razón el presidente Lleras Restrepo en su conciso y enjundioso discurso del 7 de agosto se quejaba de la degradación de la cultura en Colombia, que se refleja en " la decadencia misma del lenguaje cuyo castizo empleo antaño nos enorgullecía tanto". Y esto dia¬riamente lo comprobamos, aún sir necesidad de abrir las lleves de la radio y la televisión, que son cátedras, por lo general y con muy raras excepciones de ordinariez verbal y lamentable gusto literario. Ya las nuevas generaciones han perdido la elle de caballo, la erre de ferrocarril, la combinación te ere de tres, y como cunde la funesta costumbre de hablar sin mover los labios, hoy la pronunciación dé los bogotanos se ha vuelto lánguida y babosa. Venos mal que los costeños conservan su acento andaluz, vivo y alegre, y los antioqueños su pronunciación recia y viril que contrasta con la bobería del habla bogotano.
"He observado, además, que contra lo que sucede en otras partes del mundo, entre nosotros se le tiene temor o vergüenza a utilizar la palabra justa, la expresión feliz, el adjetivo exacto. A parecer culto, el colombiano actual prefiere mostrarse chabacano y vulgar. Con "vainas" y " cosiánfiras" y "estupendo" y "fenomenal" rellena los vacíos de ideas o de vocabulario. Cuando no peca por este lado, se va de bruces en un pantano oratorio en el que flotan indistintamente lugares comunes, frases sin complemento directo, imágenes opacas y alguna cita de manual de segunda enseñanza. Y qué pensar de esas repelentes traduc¬ciones de frases extranjeras que se oyen aún en labios de personas que cualquiera supondría medianamente cultas? Me refiero a "Fulano está supuesto de.... " o a " mismo a Zutano le parecería malo”
para no hablar de un error que creyó corregir hace ochenta años don Rufino Cuervo y hoy cometen hasta los ex—ministros y los senadores :
"Hablan muchas personas", o " hubieron fiestas con motivo de la transmisión del mando".
"Aquí señoras qué hablan un Pésimo español se hacen lenguas de "Fulanito que habla un inglés lindo; lindo, lindo, lo que se dice lindo", y señores que atropellan y dislocan tranquilamente la suya se admiran de que hasta un albañil francés se exprese en sana lógica y con buena gramática.
Claro está que aquí no podría aspirarse a que los locutores de la radio y la televisión fueran maestros de fonética, como los de París, formados en la escuela de la Comedia Francesa; pero con un poco de esfuerzo y buena voluntad, con la colaboración de la Prensa, la escuela y sobre todo el hogar, tal vez llegaríamos en poco tiempo a levantarnos de esa postración idiomática que lamentaba el señor presidente en su memorable discurso del 7 de agosto. En los países culturalmente desarro¬llados, el conocimiento del idioma nativo y su correcta pronunciación son la base de la educación pública y el qué nosotros heredamos de España es uno de los más divulgados y más hermosos del mundo. Como decía Pangloss en un comentario reciente sobre el mismo tema "en realidad la decadencia del idioma es siempre un presagio peligrosísimo de decadencia social n, de decadencia, a secas, que es todavía más grave, me permito agregar.”